Hambre es una historia sobre la perfección y sus peligros. Trata de transmitir los sentimientos de alguien que ha confiado en nuestra sociedad occidental y en sus valores y ha actuado en consecuencia, alcanzando siempre el éxito en todas las dimensiones: trabajo, belleza, amor, religión... Alguien que ha conseguido todo lo que se esperaba de ella y sigue estando vacía, insatisfecha, hambrienta.

En el plano visual, la paleta de colores de Hambre está profundamente inspirada en la tradición española: El morado nazareno, arraigado en la tradición de la Semana Santa española; el dorado y el amarillo, que representan la riqueza espiritual, y el negro español, junto al cual todos los negros parecen grises.